Repique
Definición
El
repicado consiste en separar las plántulas y trasplantarlas en macetas
individuales. La mejor época es en primavera, cuando las temperaturas no
son ni muy altas ni tampoco bajas, y el sol no brilla con tanta fuerza como lo
hace en verano minimizando así el riesgo de pérdidas por quemaduras solares o
por frío.
Para
hacerlo correctamente y así garantizar que nuestras plantitas -las cuales
tienen que tener un mínimo de dos pares de hojas, o, en el caso de los cactus,
que tengan una altura de 1cm- se recuperarán en un breve periodo de
tiempo, tenemos que proceder de la siguiente manera:
- Sacaremos con cuidado todas las plantas de la maceta, dando golpecitos a ésta para que salga el cepellón que se ha ido formando en estas semanas.
- Después, lo metemos en un barreño con agua tibia, y vamos separando las plantas retirando el sustrato, sin prisas, delicadamente.
- Ahora es el momento de trasplantarlas a macetas individuales con un sustrato que favorezca el drenaje del agua a fin de evitar que se compacte la tierra.
- Es importante destacar que es probable que se pierdan algunas plántulas, bien por un sistema radicular débil o porque durante el repicado se le rompieron algunas raíces.
- Sin embargo, para garantizar la supervivencia de todas las plántulas lo más recomendable es sembrar las semillas en semilleros individuales como pueden ser las pastillas de turba Jiffy, o poniendo una semilla en cada alveolo de la bandeja de semillero.
- Así obtendremos una mayor tasa de supervivencia, lo cual significa que podremos disfrutar de más plantas.
El
trasplante se realiza en envases de diversos tipos o directamente entierra,
esto depende de la especie y de la zona donde se efectúe el cultivo. En el
envase continuarán su crecimiento hasta alcanzar la altura y vigor necesarios
para llevarlas a campo. Esta operación de trasplante recibe el nombre de
repique y la plántula pasa a llamarse plantón, y nos permite una selección en
función de la calidad y tamaño. Las plántulas deben mostrarse bien
desarrolladas, la altura del tallo dependerá de la especie, con buen grosor,
endurecidos y no demasiado herbáceos. Esta tarea se hace cuando casi ha
terminado la etapa herbácea yantes que profundicen demasiado las raíces por la
competencia.
Recomendaciones para
obtener un repicado exitoso
- Lo primero regar el sustrato donde tenemos las plantas para que la extracción sea más fácil y no rompamos raíces.
- Dar ligeros golpes a la bandeja desde abajo para que el cepellón se suelte de las paredes y podamos sacarlo con facilidad. Si la bandeja es de goma, puedes empujar desde abajo un poco para que salga el cepellón. Hay quien mete una espátula o navaja pequeña pegada a la pared para ahuecar el sustrato. Si haces esto puedes romper parte de la raíz porque a veces, dicha raíz puede estar muy desarrollada y envolver al cepellón (ver foto). Esto lo puedes hacer cuando la planta es muy pequeña y sabemos que el desarrollo de la raíz no ha sido excesivo.
- No ejerzas mucha presión sobre el tallo al tirar porque puedes llegar a aplastarlo y romperlo. Es más común de lo que parece.
- Haz un hoyo en el nuevo emplazamiento e introduce la planta. Pon atención para que la raíz no se doble hacia arriba. Cierra el hoyo para asegurar el contacto de la raíz con el sustrato. El nuevo sustrato deberá tener la humedad adecuada a la hora del repicado.
- Cuando termines el repicado riega un poco el sustrato sin mojar la hojas.
- Ventajas del repicado
- La más evidente; fortalecemos el desarrollo tanto radicular y foliar de la planta hasta el momento de trasplante.
- Hacemos una selección de las plantas mejor germinadas.
- En caso de tener demasiada altura en los tallos, podemos reducirla y evitar la caída del mismo por el peso de la planta.
Bibliografía